Un 25 de Mayo de 1945 La Trochita ingresó por primera vez a la estación de Esquel, ubicada a 25 kilómetros de nuestra ciudad. Aquel día se completaba el recorrido de 402 kilómetros desde Ingeniero Jacobacci, donde el pequeño tren de trocha angosta se unía a la Línea Sur.

Desde entonces, el tren ha pasado por diferentes etapas, pero nunca ha dejado de correr. Desde los años ’90 se reconvirtió en tren turístico y hoy ofrece al menos dos salidas semanales desde la estación Esquel hasta la Estación Nahuel Pan.

La Excursión
Se trata de un recorrido que insume en total 3 horas, de las cuales una se aprovecha para visitar la feria Tokom Topayim organizada por los miembros de la comunidad mapuche tehuelche NahuelPan, así como una feria de artesanos que llega junto al tren.
En el trayecto los guías de La Trochita cuentan su historia, pero además suele haber algún músico que recorre los vagones, en uno de los cuales funciona una pequeña cafetería.

Las máquinas.
Para correr por estas vías de 75 cm. se compraron locomotoras a vapor de dos marcas y orígenes diferentes: las Baldwin, hechas en Filadelfia, Estados Unidos; y las Henschel, fabricadas en Cassel, Alemania.

Las máquinas se compraron en el año 1922 y originalmente se impulsaban con carbón. Luego fueron reconvertidas a fuel oil. Hoy, buscando acercar al tren a los estándares ambientales actuales, se da el caso de la máquina N° 114, la última restaurada en los Talleres de Esquel, que se adaptó al uso con gas oil, lo que disminuye emisiones.

Por otra parte, los vagones eran de origen belga y también datan de 1922. Desde siempre, las pequeñas salamandras en el interior de los coches de pasajeros marcaron la identidad de La Trochita.